Previamente en Polvos mágicos...
La tienes donde querías, loca y suplicando que te la folles de una vez, pero a su vez te ha llevado demasiado lejos. Te tomas una pausa para recuperar el control...
Respiras junto a su oreja, tratando de bajar el ritmo de tus pulsaciones. No quieres llegar y correrte, quieres llegar y disfrutar, y después correrte. Y también quieres que ella se corra, se retuerza y gima y te diga toodas esas cosas que se le escapan cuando la pones tan caliente que se le va la cabeza.
Por lo que parece, ella está completamente de acuerdo, pero también está ansiosa. No hace el mínimo ademán por recuperar el control. Con toda la fuerza de su espalda y sus piernas, aprieta su culo contra ti, rítmicamente, mientras te susurra de todo y un poco más. Suplica, gime, llora, exige, trata de excitarte todavía más para que tú también te pierdas... Es un auténtico putón, pero, si no lo fuera, vuestra vida sexual no te gustaría tanto.
Te aprovechas de tu peso y tu estatura para mantenerla aplastada contra la cama y la dejas que te frote la polla con el culo. Así te mantiene la erección y te deja la mente libre para imaginar mayores torturas. Con malicia, le recorres un costado con la yema de los dedos y la sientes estremecer. Repites la caricia con cuidado de no relajarla demasiado y desciendes con tu mano hasta su coño empapado. Te recibe con un grito de deseo y alegría y te deja hacer con abandono absoluto. Ves en su cara y en sus ojos cerrados que ahora ya sólo es consciente de su excitación y de lo que le haces, y te dedicas a ponerla otra vez al borde del infarto.
Las guarradas y las obscenidades dejan paso a las incoherencias. Sólo le salen vocales entrecortadas, cada vez más altas y ardientes, cada vez más locas, más ansiosas, más excitadas. Levantas las piernas y la embistes otra vez. Ella grita de gusto y tú empiezas a moverte dentro de ella sin ninguna prisa. Se retuerce debajo de ti, enloquecida, disfrutando como una loca, como la puta en celo que sabes que lleva dentro y que reserva para ti, pero con ganas de más, de más polla, de más fuerza, de más brutalidad. Le regalas un par de empujones de los que le gustan y que hacen que empiece a jadear con fuerza, con los ojos desorbitados.
Notas que sus manos se retuercen para escapar de ti y sonríes. Estiras hacia atrás y la dejas que se ponga a cuatro patas mientras tus manos se afianzan en sus caderas. Desde ahí empiezas a bombearla como un bestia. La oyes suplicarte más, que se la metas hasta el fondo.
-Más adentro -gime empujando contra ti-. Más fuerte. Más.
Tú le das lo que te pide y la ves derrumbarse. Los brazos ya no le aguantan y la cabeza le cae sobre el colchón con el pelo estirado en todas direcciones. Ella grita cada vez más y sigue tu ritmo con ansia.
De golpe, te detienes. Ella aúlla de frustración cuando se la sacas y la apoyas contra su coño palpitante y ardiente. Sonríes con más maldad que nunca, pero ella no te ve, ni te vería si te estuviera mirando a la cara. No ve nada.
Con lentitud, mueves la polla entre su coño y su culo, poniéndola frenética. Ella vuelve a decir barbaridades, guarradas a medias que no le acaban de salir de la boca. Con la facilidad de las malas costumbres, se la clavas en el culo hasta los huevos y te quedas ahí.
Ella grita un segundo, se para en seco y coge aire, pero parece que no le basta, que no le llega a los pulmones. Sus jadeos se hacen más cortos y clava los dedos en el colchón.
Tú sientes que la polla te late dentro de su culo. Sientes que ella aprieta el culo para sentirte mejor y tú también te rindes. Empiezas a bombear como un loco, bramando a cada entrada y salida. Sientes una de sus manos acariciándote los huevos y sabes que la otra está trabajándole el coño como una locomotora a toda presión.
Cada vez vais más rápido, gimiendo y gritando los dos a la vez. Ya no te importa mandar ni su sumisión, y sabes que a ella tampoco le importa que tú mandes. Lo único que importa es que estás dentro de ella y que estáis disfrutando como locos. Tus manos suben hasta sus tetas y se las magreas como un bruto, apretando, pellizcando, estirando.
Los dos gritáis de placer mientras incrementáis el ritmo. Más rápido, más fuerte, y más, y más. Apenas conservas el mínimo control para asegurarte de que ella se corre y entonces te dejas ir tú también. Le llenas el culo de leche entre bramidos, empotrándote en ella como si no fueras a salir nunca más.
Caéis sobre el colchón, todavía unidos por tu polla aún erecta, jadeando, buscando el aire. Os buscáis como niños perdidos y os besáis, entrelazáis vuestras lenguas, os mordéis los labios y os chupáis la boca. Ella te aprieta la polla con el culo un par de veces más y tú le acaricias las tetas, la tripa y las ingles, esparciendo el sudor y sus jugos por todo.
Por fin la respiración se os normaliza y os quedáis tumbados. Tú la abrazas desde detrás y sientes que la polla se te sale por fin, agotada. Ella se gira hacia ti y te vuelve a besar con una sonrisa en los labios y los ojos aún turbios, pero mirándote y viéndote.
-Te quiero -te dice.
Tú le respondes con lo mismo y os besáis con una ternura inmensa, tan grande que no os cabe en el cuerpo.
-Me ha encantado despertarte así -le susurras con una sonrisa.
Ella se ruboriza y te mira con picardía.
-No me has despertado -te dice al oído, muy bajito.
"-No me has despertado-"
ResponderEliminar*
Me encantó! Tiene todos los condimentos para disfrutar de su lectura!
Saludos...
vamos pero... en el sexo siempre tienes q ser un poco putón ( pero lo teneis q serlo los dos)
ResponderEliminarMe has despertado la ilusión por un hombre así.Qien me lo diera .Muy bueno
ResponderEliminarCada día lo haces mejor torrevientos (las dos cosas: follar y escribir) ;)
ResponderEliminaralgamarina: Muchas gracias.
ResponderEliminarDiario de ...:Por supuesto.
Maruxela: :-) Gracias por lo que me toca.
La niña mala: Ten cuidado, no sea que step se ponga celosa ;-)
Madre mía, qué exitazo. Reconozco que el post ha tardado lo suyo, pero también reconozco que nunca ha estado demasiado lejos de mi imaginación. Qué le voy a hacer, me gusta tener las cosas claras, ordenadas y pulidas cuando me pongo a escribir.
ResponderEliminaralgamarina: Muchas gracias, se agradece que se valoren los esfuerzos (y este post me costó bastante).
Diario de...: No lo dudes. Eso siempre.
Maruxela: Si supiera cómo lo he conseguido, te diría el secreto, pero es que no tengo ni la más remota idea :-|.
La niña mala: Gracias, querida, pero el post no lo escribió torre, sino yo.
Torre: cariño, es NoStep :-P.