Igual hoy no es buen día para escribir un post aquí. Hoy me he levantado mucho más caliente que de costumbre, y eso que he dormido poco. Hoy lamento profundamente no poder tenerte para mi, desnuda, para hacerte todo lo que quiera, para disfrutar de tu cuerpo a saco, para acariciar tu espalda, tu cuello, tus piernas, sólo por el placer de hacerlo. Para pedirte que te gires, que cierres los ojos y disfrutes de mis caricias en tu vientre, en las tetas..., hasta que no pueda más y meta mi cabeza entre tus piernas, para hacerte morir de gusto.
Ahora mismo estoy sufriendo una erección, no voy a mentir. Me estoy imaginando follando contigo, y sólo por eso tengo esta erección. Imaginar que me comes la boca, que desciendes por mi cuello hasta morderme los pezones a traición, mientras tus manos acarician mi polla y mis huevos... Lo siento, pero estoy erecto.
Y claro, así me da por imaginar un montón de cosas. Lo mismo imagino que pongo mi verga entre tus tetas y que las aprietas para que lo pueda hacer mejor. O que hacemos un 69 fabuloso, en que mientras me comes la polla y los huevos, yo hago lo propio con tu coño y tu culo. O simplemente que puedo follarte desde atrás, como la otra noche en tu casa, con las almohadas levantándote sólo un poco, y azotándote las nalgas mientras lo hago. Y más cosas.
A ratos quiero atarte detrás, y hacer que me cabalgues de esa manera en que no puedas sujetarte siquiera y tenga que hacerlo yo. A ratos te tengo esposada a la cama, de manos y pies, bien abierta, para follarte a placer mientras ahogo tus gemidos con mi boca. A ratos sólo dejo que tú me hagas, que me disfrutes, como te imagines, como tú quieras, para demostrarme que me deseas de esta manera también.
En otros ratos te lo hago como en Pueblo Secreto, de pie, de esa manera que tiene que ser deliciosa, pero que igual vamos a tener que hacer un equilibrio extraño. Y en otros ratos, sin embargo, tengo que confesarte, que te imagino de algunas maneras en las que has declarado tu intención en contra. No quiero ser explícito con ellas, pero te imagino follando con más hombres a tu alrededor, o dejando que otras chicas intervengan en nuestro juego, o compartiendo nuestro juego con otra pareja. Y en todas ellas te imagino excitada como nunca, y disfrutándolas como nunca.
Luego mi mente, que no para de trabajar, me convence de esa imposibilidad que has declarado, mata mi esperanza en ese sentido, y dedica el tiempo en volver a pensar en ti y sólo en ti, en cómo hacértelo la siguiente vez para darte más placer si es posible. Para hacerte gritar de gusto, para que yo mismo sienta el máximo placer. Y entonces llega ese deseo que tengo desde hace tiempo.
El día en que celebremos que podemos hacerlo hasta el final. En el que tú te estés corriendo conmigo, inmediatamente después, en el que puedas sentirte llena de mi leche, y yo pueda dejarme vaciar por ti, exprimir por ti, en tu interior, regalándonos ese momento.
Sí, sigo muy excitado, y ojalá hoy pudiéramos hacerlo. Aunque sé que hoy, de todas todas, es poco menos que imposible.