miércoles, 28 de julio de 2010

La otra noche

¿Cómo consigues hacer que te desee de esta forma?¿Es de manera consciente o sin querer? La otra noche, en la discoteca, me pasó algo que no me había pasado nunca. Me descubrí buscando la mirada de otros hombres buscándote, lascivas. En sus ojos se veía que estaban pensando que darían mucho por poder acostarse contigo. Estabas espléndida, y me sentí orgulloso de ser yo el elegido. Reconozco que eso me excitó.

No es que desee verte con otros hombres (no, no forma parte de mis fantasías, ni por asomo), sino que saberte deseada por otros me encendía contigo, y me hacía desesperarme por sentirte, tocarte, besarte, acariciarte.

Cuando nos apoyamos en el coche y te apretaba contra mi, te juro que deseaba que notaras mi excitación; quería que supieras, por encima de todo, lo que me estabas provocando. No sólo lo pasé de lujo contigo, sino que fuí feliz haciéndolo.

Lo que sentía, de alguna manera, era de carácter exhibicionista. Sí, te exhibía, por mal que suene. Quería que todos vieran que la otra noche eras mía. No sé si suena machista, o dominante, no lo sé. Pero me gustaba la sensación.


Tuve algunas ideas, pero pensé que no era el momento de llevarlas a cabo.

Más tarde, ya en el coche, cuando me llevaste al sitio que solemos ir, me costó de nuevo no precipitarme. Todo lo que hice fue pensando en proporcionarte más placer que otras veces. Estar contigo así me pone al límite.

He descubierto que hay cosas que me excitan como ninguna, y una de ellas es notarte tan empapada. Hubo un momento en que mis dedos no daban a basto. Aún recuerdo tu sabor en mi boca, cuando mi lengua trataba al principio de penetrarte, cuando atrapé con mis labios tu clítoris, lo froté con la lengua y arranqué tu gemido, supe que quería más.

Mi lengua iba sola, abandonando tu coño para buscar tu culo (por llamar a las cosas por su nombre), y de nuevo más gemidos. Luego volví a jugar con tu clítoris, apartando tus labios con los dedos, pellizcándolos.

Entonces lo vi claro. Quería llenarte, y mi dedo empezó a explorar tu culo, mojado con mi saliva y tus flujos. Aún vuelvo a excitarme al recordarlo. Estoy teniendo una erección mientras lo escribo. Cuando te penetré con un dedo yo ya estaba a mil y pude sentir que tú también. Pero cuando eran dos los dedos que llenaban tu culo, cuando tú empujaste hacia ellos para que entraran enteros, supe que en ese momento eras mía. No eran sólo gemidos, eran una llamada. En ese momento te sentí como mía y hubiera querido avanzar más, pero aún no era el momento tampoco.

No sé cómo sonará esto, no sé si estarás de acuerdo conmigo o no, no sé si te gustará leerlo o no, pero quiero ser sincero contigo, y que sepas que nunca he estado con nadie así, de esta manera. La cuestión es que tuve que morderme la lengua para no decirte que me encantaba que ese momento estuvieras siendo una perra en celo, mi perra en celo, no sabes cómo me excitaba pensar que en ese momento lo fueras. En ese instante te amé como a nadie. Es extraño, porque te amaba por estarte portando así conmigo.

Ojalá no te haya ofendido, sabes que no lo digo en ese sentido, sino en el que da el momento de la pasión.

Ya no aguantaba más, estaba a mil, y era el momento de penetrarte, de que supieras que mi erección te pertenecía por completo. Quería jugar con mi verga en tu entrada. Hubiera querido decirte cosas que nos pusieran aún peor, pero supe que eso sería en otra ocasión, que aún nos queda camino hasta que pueda decirte esas cosas mientras follamos. Así que no pude aguantar más y empecé a empujar despacio. No quería hacerte daño, sólo compartir placer, despacio.

Pero llegó el momento de ponerle velocidad, después de aquel descanso, y me pediste que lo hiciera desde atrás. Te pusiste a cuatro, y entré en ti, sintiendo tu calor. Fue fantástico. Quería cogerte del pelo, darte en las nalgas, pero quizás tampoco hubiera sido el momento, así que te agarré de la cintura con fuerza y empecé a follarte así, disfrutándote como nunca.

No sabes cómo deseaba tu orgasmo, ni lo imaginas, pero llegaba el mío y tuve que sacarla. Si hubiéramos estado en otro lugar más cómodo hubiera querido dártelo en otro sitio; quizás en la espalda, o en el pubis; quizás en tus pechos. Es curioso, aún a día de hoy no sé si te gustaría tener mi leche en otro sitio. Reconozco que quizás a mi sí, pero igual eso tenga que ganármelo, o simplemente no quieras llegar a tanto, no lo sé.

Lo que sí sé, de lo que sí estoy seguro, es de que soy incapaz de pensar en otra mujer que no seas tú, porque no creo que nadie pudiera hacerme sentir tanto.

Lo de la otra noche no era sólo un polvo, había mucho más. Nos entregamos el uno al otro, nos dimos, nos deseamos. Tuve la certeza, mientras follábamos, de que te quería, y cómo llena eso... Sí, me llenas, y mucho.

Sé que el post me ha quedado más porno de lo pensado. Pero no he querido enmascarar nada. He querido que supieras cuáles eran mis sensaciones, mis deseos accesorios en aquel momento. Creo que vamos a saber sacárselo todo a estos momentos, y entregándonoslos hacemos mucho.

11 comentarios:

  1. Pero cuando el porno es bien contado, resulta delicioso.

    Enhorabuena por el espacio, Torrevientos.

    ResponderEliminar
  2. Bueno, reconozco que yo también tuve momentos en los que me mordí la lengua... porque ya habría ocasión.

    Pero que sepas que de ésta te mato... (¿a polvos?)

    ResponderEliminar
  3. En mi opinión, no hay nada de malo en que te haya quedado "porno" si os gusta así... Además, en cada línea dejas claro los sentimientos que tienes hacia ella. Creo que no son cosas excluyentes.

    A mí, personalmente, me ha encantado lo que has escrito y esa forma de no precipitarse.

    Me pongo de seguidora. Besos ;)

    ResponderEliminar
  4. pues yo no lo veo tan porno....
    simplemente decribes el sexo

    ResponderEliminar
  5. Abril: Eso mismo pienso yo, gracias amiga.
    No Step Breeze: Qué buena forma de morir ;-)
    Secreta: Encantados de tenerte de seguidora :-)
    Diario de nuestros pensamientos: Igual es la falta de experiencia, y por eso lo veo algo porno, pero lo cierto es que me gusta así.

    ResponderEliminar
  6. La pasión se desata en cualquier momento y en distintas ocasiones, es el sintoma mas evidente de que estamos VIVOS.

    Un texto lleno de sensualidad, felicidades.

    Un beso desde mis Amanteceres...

    ResponderEliminar
  7. (No sé si se ha publicado mi comentario... os animaba a que me sorprendierais en el tema del relato ;))

    Besicos

    ResponderEliminar
  8. Amanteceres: Gracias amiga.
    Belén: Se ha publicado, descuida.

    ResponderEliminar
  9. Te has ganado otra seguidora.
    he llegado a tu blog de casualidad me ha enganchado.
    enhorabuena

    ResponderEliminar
  10. Andrea: No sabes cómo me gusta que así sea. Gracias amiga.

    ResponderEliminar
  11. Es un relato lleno de sensualidad. Puede parecerte porno .........no creo. Cuando dos personas se aman y desean, surgen esos momentos en que quieres darlo todo, que te lo den todo; que cada entrada, cada poro sea invadido de placer.
    Y a mi también me gusta demostrarle a todo/as que el hombre que está a mi lado es de alguna manera mio. No creo que sea dominación, es sentirse orgulloso de quien tienes a tu lado......

    ResponderEliminar

Related Posts with Thumbnails