No sabía sobre qué iba a escribir hoy. Sabía que iba a escribir algo, pero no tenía claro el qué. Tú me has dado la idea, y ya sabes por qué.
El síndrome de abstinencia es malo, muy malo. Color negro, y es que voy salido todo el día. Me faltas un montón, y como encima últimamente nos hemos visto tan poco, pues peor todavía. Qué ganas te tengo, amor.
Y es que continuamente pienso en mil formas de hacerte el amor, de follarte a saco, sin miramientos, sin condiciones. Me da igual; en el coche, en un vestuario, en el ascensor, en la cama de A., junto a la piscina, en mi habitación, en la tuya...
Y de qué maneras, uf. No hay paja que me haga en la que no estés, y es que ocupas cada minuto en que mi mente queda libre. No exagero, en serio. Te echo de menos como nunca.