lunes, 16 de abril de 2012

Jamás me ha dolido tanto romper

No sé si leerás esto, pero yo al menos me siento en la necesidad de decírtelo. Segúramente lo propio sería decírtelo a la cara, algo que ya te reclamé yo a ti en su momento, pero lo cierto es que no puedo. 

Quizás es porque hace sólo apenas una semana de nuestra ruptura, o simplemente porque no sé si sabría hacerlo sin parecer desesperado o algo así. De cualquier forma, sé que no saldría de esta manera si lo dijera de viva voz. Nunca he sabido hacerlo de viva voz, ni contigo ni con nadie.  

He tenido algunas rupturas a lo largo de mi vida, como bien sabes, y no he sabido hacerlo bien nunca. La cuestión es que creo que nos hemos dejado muchas cosas en el tintero, que no hemos tenido ocasión de decirnos todo lo que queríamos decirnos en realidad, y que el teléfono me sigue pareciendo frío hasta el infinito. 

Nunca había roto sabiéndo los dos que nos queríamos el uno al otro, es lamentable romper por circunstancias relativamente ajenas, pero que no podemos o no sabemos controlar. Esa "gran incompatibilidad".  

Y es por eso mismo que debo decirte que te sigo queriendo (sé que se cura con el tiempo, y que aún es muy pronto), que te echo de menos tanto que duele, y que no he dejado ni un sólo día de esta semana de pensar en ti, y de preguntarme si hemos hecho lo correcto. En cualquier caso, sí hay algunas cosas de las que estoy muy seguro: que no volveré a querer a nadie así, que no volveré a encontrar una mujer como tú, y que nadie volverá a hacerme sentir tan amado como me has hecho sentir tú. 

De todo esto estoy seguro. Me muero a cada rato, cada vez que pienso en ti, por llamarte, aunque sea sólo para oír tu voz, invitarte a tomar un café, vernos. Me muero por volver a sentir el tacto de tus manos, por sentir el amor que me has dado a través de la fuerza de tu abrazo. Y se me encoje el estómago al pensar que ya no te volveré a besar. 

Todo esto es cierto, no puedo evitarlo, y sé que tardaré mucho tiempo antes de que empiece siquiera a pasarse. Ahora mismo, las ganas de llorar me rompen, no me dejan pensar. Pero no estoy en el lugar apropiado, y tengo que luchar (como muchas otras veces, aunque por otros motivos) para que no se me note esta tristeza.  

Sólo quería que lo supieras, si es que alguna vez lo lees. No quiero que pienses que no imagino que tú puedas no sentirlo igual, o peor incluso. Estoy seguro de ello.  

Seguramente este post también sirve como despedida, pues sin ella, sin esta relación, ya no tiene ningún sentido. He estado tentado de cerrarlo, pero no puedo. Nos hemos dejado mucho aquí, y simplemente no puedo. Así que, simplemente, a nuestros lectores, adios, con mucho dolor.
Related Posts with Thumbnails